Roger Santiváñez
(Piura, 1956)
Asumió tempranamente la ideología del movimiento hippie tras el summer of love (1967) y formó clandestinas bandas de rock en su Piura natal. Ha sido parte de los movimientos poéticos La Sagrada Familia (1977) y Hora Zero (1981), y miembro fundador del estado de revuelta poética de vanguardia denominado Movimiento Kloaka (1982-1986). En 2001 se trasladó a los Estados Unidos, donde obtuvo un Ph.D. en Poesía Latinoamericana por la Temple University de Filadelfia. Actualmente, radica en los EE.UU. y está enteramente dedicado a la poesía.
UN VIAJE AL UNIVERSO DE ROGER SANTIVÁÑEZ
● El primer libro que me marcó fue.
Trilce, de César Vallejo
● Mi top 3 de libros este año.
La marcha hacia ninguna parte, de Tania Favela.
Vox Horrísona, de Luis Hernández.
Ofertorio. Antología poética personal, de este humilde servidor.
● El libro que no terminé nunca.
En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust.
● El que cambió mi forma de entender la literatura.
Una estación en el infierno, de Rimbaud.
● El libro que más me decepcionó –y el que más me sorprendió–.
Barrio de broncas, de José Antonio Bravo. Y Alcoholes, de Guillaume Apollinaire.
● Tres escritoras y un escritor.
Denise Levertov, Marosa di Giorgio & Alejandra Pizarnik / Robert Creeley.
● El libro que me hubiera gustado escribir.
The Cantos,de Ezra Pound
● Mi pasión culpable literaria.
Todos los movimientos de vanguardia & neovanguardia que en el mundo han sido.
● Mi mayor deuda literaria, ese que no leí y creo que debería.
El Capital, de Karl Marx.
● Lo que estoy leyendo.
Autobiografía, de Robert Creeley.
● La joya de mi biblioteca es.
La tierra baldía de Eliot con las correcciones de Pound.
● Mi rutina para escribir consiste en.
Salir a caminar –temprano en la mañana– con «Butter» por las orillas del río Cooper y escribir en mi Moleskine los poemas que luego –en el transcurso del día– voy pasando en limpio en mi laptop. Cuando digito los poemas corrijo y siempre sucede escuchando música, no solo por su alto poder evocativo sino por el enriquecimiento que su ritmo me otorga.